La hierba conocida como «vivorera» (Echium plantagineum) tiene unas flores llamativas, de un color intenso bajo el sol. Toda la planta, desde las hojas basales hasta las flores está cubierta por unos pelitos rígidos -urticantes, lo he comprobado- que le dan un aspecto áspero y temible.

Este bombílido (Bombylius) escogió una de sus flores como percha para un breve descanso. Son característicos su espesa vellosidad, sus patas largas y delgadas y su trompa rígida, especialmente adaptada para sorber el néctar de las flores. Son unos ases del aire y pueden alimentarse en pleno vuelo, igual que los colibríes.