La amapola común (Papaver rhoeas) florece en la península ibérica a finales de la primavera, generalmente entre abril y mayo. Suelen convivir flores en distinta fase de desarrollo: en la fotografía podemos ver un brote o capullo, dos flores abiertas y una cápsula. Las semillas maduran dentro de la cápsula y, llegado el momento, salen al exterior a través de varios orificios que se abren bajo la tapa de la parte superior.

La amapola se ha asociado a los cultivos desde el comienzo de la agricultura. Sincroniza su ciclo de vida con la mayoría de los cereales: florece y madura antes de la recolección de las cosechas, por lo que es fácil que sus pequeñas semillas se mezclen con el grano. Así, puedo volver a sembrarse al año siguiente, o viajar a través de las rutas comerciales gracias a la acción humana.